ABC de las artes.1996  obra
A. VALERO
El Gayo Arte
Justiniano, 14. Madrid
Hasta el 30 de abril

ÉSTA es una exposición singular, tanto por sus errores como por sus aciertos. También por el procedimiento, materia y lenguaje utilizados: recubrimiento del soporte con mallas y configuración de las obras mediante las propias mallas y sus “accidentes”, y mediante los atisbos de color y composición que dichas mallas protegen. Entre los errores apunto el de más de una simple ocurrencia; el montaje tras cristal, y el de una excesiva manga ancha a la hora de la selección. Entre los aciertos, la extrema sensibilidad de las obras; las inteligentes elipsis creadas entre obras y títulos; la capacidad de Valero para favorecer y aprovechar el azar; y su aptitud para crearnos el deseo de seguir sus pasos y calibrar sus frutos.- C. P.


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EL PUNTO DE LAS ARTES – 22 al 28 de marzo de 1996/ 9 MADRID
Huellas de un sueño, el quehacer de Antonia Valero
JULlAN H. MIRANDA
(El Gayo Arte. Justiniano, 14. Abril.)
Lo orgánico y lo geométrico revelan un orden que alcanza los sentidos para ser tejido causal en desbordante fantasía. De ahí que la obra de Antonia Valero asuma postulados minimalistas para alcanzar una ornamentación plena de sentido. Desde el mallaje que anima la textura al juego de factores, fruncidos, rotos e interrelaciones, se abrevian los tonos de una tupida red a modo de intensidades figuradas en las que no falta la chispa erótica que se abre a vivencias y a la vida. Antonia Valero expone en la Galería El Gayo Arte un conjunto de realizaciones que convierte en gestos o pensamientos, indica la superficie de ese algo profundo que está en cada circunstancia y propone horizonte nuevo a inquietud creativa.
Es materia; es acoplamiento de fantasía e intelecto interpretado a través del gusto y la destreza cuando encuentra en la pintura sustancia para aprovechar el silencio, colmar vacíos y alcanzar lo trascendente. Y así llega a plantearse «llanuras» o «senderos» por donde transitar se pueda, o generar la chispa que será llama en la humanidad; «pórticos» por donde entrar; «cadencias» en los ritmos a golpes de corazón. Es Antonia Valero una artista formada en la determinación y en la asunción de sus propios desafíos, tesonera en el conocimiento, incisiva en tratamientos hasta lograr que lo mínimo tenga representación y aporte sensibilidad al concierto. Aprendió técnicas en escuelas, entró en el círculo de la Facultad de Bellas Artes de la Complutense donde enseña, y se mantiene en acción sin perder el acorde.
Telas, mallas, pintura, destreza y significación al poner soplo. El catedrático y pintor Antonio Zarco encuentra «raíz barroca en el punto de partida»; es que la labor apunta primor y se torna sutileza. Y señala que «las tensiones aparecen en sus atirantamientos, en sus casi desgarros: el misterio más sugeridor está en sus nudos, en sus abultamientos, en sus pre-realidades. Obra riquísima en contenidos apenas apuntados, desnuda de toda retórica innecesaria (lo que no veda el uso de un lenguaje muy medido y meditado), con un cromatismo afilado y afinado al máximo».



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CULTURA/ARTE. 57 VIERNES 26 DE ABRIL DE 1996/ YA  
La sugerencia de Antonia Valero
GAYO ARTE-
Infinitos adjetivos se podrían aplicar al arte de Antonia Valero. Son sugerencias que implican sentimientos, sensaciones, posturas, tendencias… Desde la textura, todo en el arte de Antonia Valero es una frase subordinada. Es una invitación al silencio para escuchar el sonido de las cosas; a la caricia, al roce, al tacto. Valero evoca lo más nostálgico de la vida y transita por los sueños sin perturbarse, sin agitarse, sin romper la armonía. El paso de lo cálido a lo frío v de lo íntimo a lo superficial es corriente en sus cuadros que ahora se exponen en el galería El Gayo Arte (Justiniano. 14) y que aluden a las cosas con un lenguaje que está por desvelar. Hasta finales de abril.